«Cuando hablamos de que los #rótulos son #patrimonio, no es a veces sólo porque se realizase de manera artesanal en vidrio, madera, cerámica o metal, si no también porque se hace parte intrínseca de un barrio o una calle. Se convierte en un icono visual de la memoria colectiva de la comunidad de la zona y del imaginario popular, que en muchos casos toma entidad propia y modifican el reconocimiento del territorio convirtiéndose en referente de la zona.»
Esto escribimos en 2020, a raíz de ver como un rótulo como el de «La Mejillonera» desaparecía. Recientemente vivimos un caso similar con el de «Azcárate» y al pasar por la zona, hemos podido comprobar el impacto e identidad visual que generaba esas letras, tras más de 50 años ahí puestas y su peculiar fachada con esa cerámica. Hoy el local se ha convertido en una franquicia, ha modificado su fachada y de algún modo impersonalizando el espacio.
De ahí que pidamos que se protejan esos elementos que también hacen ciudad y barrio. Y a esos comercios locales, a veces emblemáticos y sus historias, que se pueden esconder tras un simple trozo de plástico.
Por eso, mientras esto no se cumpla, es necesario poder preservarlos de su desaparición y que sigan formando parte de nuestro imaginario colectivo, así como parte de la historia más local. Y en ese trabajo estamos quienes amamos la tipografía, el diseño, la historia, la arquitectura, la cultura social, etc.
Seguiremos rescatándoles antes de pasen al olvido y nos lamentemos después viéndoles en fotos de archivo. Y ya estamos generando un gran archivo con los rescates que hemos ido haciendo, para de algún modo devolver a la sociedad estos objetos que forman parte de la Memoria Colectiva.
A veces son diseños simples, otros complejos, pero a fin y al cabo son Patrimonio Gráfico.
👉Aquí tenéis el post en el blog sobre la desaparición de «La Mejillonera» : Cuando un rótulo se convierte en un icono del barrio